La disrupción de las competencias

20.10.2020

Por: Iván Figueroa Apéstegui

Si observas esta página web: https://www.tiktok.com/@imanol.crb?lang=es encontraras tres videos "tik tok" que te permitirán responder preguntas de cursos virtuales de colegios y universidades con relativa facilidad, allí también podrás informarte sobre una página que te ayuda a hacer resúmenes de textos muy bien estructurados, en suma una "maravilla" para cualquier joven o adolecente de este tiempo de confinamiento y cuarentena.

Asi como hablamos de tiktok, you_tube, instagram, linkedin o facebook; hoy, en nuestra economía, ya se habla de robots inteligentes, drones, impresoras en 3D, vehículos sin conductor, macrodatos, producción inteligente, tecnología financiera, cadena de bloques, marketing digital, telemedicina, en suma ya está entre nosotros la cuarta revolución industrial (4RI).

Esta revolución se basa en tres innovaciones conceptuales: 1) Economía Circular; 2) Bio Economía y 3) Crecimiento Inteligente (Internet de las cosas)[1].

La Economía circular, crea valor a partir de todo tipo de residuos e involucra un enfoque de diseño de productos para optimizar dicha generación posterior de valor.

La Unión Europea estima que la adopción de la economía circular en Europa puede llegar a generar un total de 1,8 trillones de Euros anuales y un crecimiento del 3% en la productividad total. En un principio 1,2 trillones son generados por ahorros en la explotación de recursos y en la disposición final de residuos, y 0,6 trillones de euros es valor económico creado de donde hoy en día no se crea nada.

La Bio-Economía, crea valor a partir de los recursos bióticos a través de la bio-tecnologia, sus principales productos son los biocombustibles, los biomateriales, los biocosmeticos, los bionutrientes, etc.;

El 2014 el Departamento de Agricultura al Congreso de los Estados Unidos calculó que el valor agregado de la bieconomía fue de US$369 Billones en 2013 (aproximadamente equivalente al PIB de Perú), que emplea a 4 millones de personas, que ya se cuenta en el mercado con 20.000 productos certificados, y que ha logrado desplazar de la economía 300 millones de galones de petróleo (cerca de 7 millones de barriles) que equivalen a dos millones y medio de toneladas de CO2[2].

El Crecimiento Inteligente (Internet de las cosas) es el desarrollo a partir del conocimiento, la información y las TICS.

Los impulsores del Internet de las cosas han proyectado que para este 2020 habrá en el mundo 50 billones de dispositivos conectados de manera inteligente, un aproximado de 6 dispositivos por persona (en 2015 había 5 dispositivos on-line por cada 100 habitantes en Perú). Los dispositivos son teléfonos celulares, computadores, lap tops, vehículos, alarmas, sensores de servicios públicos, electrodomésticos, etc.

No hay duda de que estos tres paradigmas de la nueva revolución industrial, que actúan de manera integrada, son prometedores para la sostenibilidad y prosperidad de la humanidad así como del planeta y sus recursos. No solo es una promesa económica sino una propuesta de cambio profundo en los enfoques y criterios que nos llevan hacia una economía y una sociedad basadas en la creación de valor.

La combinación de la Economía Circular, la Bio-Economía y el Crecimiento Inteligente con modelos de innovación socio-económica-laboral puede se una formula eficaz para el desarrollo post coronavirus. Sin embargo, enfrentar estos desafíos implica reconocer que a partir de estas revoluciones se crean nuevas formas de trabajo, pero que también se dejan obsoletas otras. Recordemos que, según el BID (2014) más del 40% de los trabajos actuales desaparecerá en los próximos 20 años, al ser reemplazados por robots e inteligencia artificial[3].

En un mundo cada vez más digitalizado e informatizado las competencias son el factor que hace la diferencia; a razón de ello los cambios en los modelos de formación de nuestra mano de obra deben ser profundos. En particular, debemos tener una formación de alta calidad de tal manera que los futuros trabajadores sientan que pueden asumir las nuevas responsabilidades que se vienen. En específico, debemos tomar en cuenta que la nueva economía requiere trabajadores que cuenten con competencias y habilidades, como la creatividad, pensamiento crítico, pensamiento adaptativo, inteligencia social, pensamiento computacional, competencias interculturales, colaboración virtual, entre otros.

Debemos tomar nota pues que para la mayoría de las economías existe una brecha de competencias y habilidades en el mercado de trabajo y consecuentemente existen dificultades para conseguir profesionales competentes. Para superar esta realidad es preciso impulsar, mediante incentivos claros, el ajuste entre la oferta y la demanda de competencias y habilidades a fin de satisfacer el requerimiento de mano de obra cualificada que la economía, por cierto, permanentemente, demandará más y más.

Por ello, el Perú debe fortalecer la vinculación entre las universidades y las empresas para desarrollar coherentemente las competencias y habilidades laborales que ya se vienen demandando incluyendo el desarrollo de habilidades blandas para el empleo. Estas últimas se han revelado como componentes cruciales de la empleabilidad de los trabajadores y son motivo de creciente atención en varias economías.

De acuerdo con el economista Robert Reich de la Universidad de California, las categorías laborales de obreros, empleados asalariados y ejecutivos están dejando de ser los referentes. Ellas guardaban correspondencia con el predominio de las sociedades industriales. Las sociedades han mutado, y lo que ahora necesitamos es capital humano que nos permita simplificar la realidad, con tantas imágenes abstractas y luego reordenar, alterar y experimentar con ellas, comunicarlas a otros especialistas y convertirlas nuevamente en otra realidad. Para ello, los instrumentos pueden ser los algoritmos matemáticos-estadísticos, argumentos legales, técnicas financieras, principios científicos, métodos inductivos o deductivos, o cualquier otro tipo de conocimiento que permita resolver problemas complejos.

También debemos tomar nota que, en tiempos de la 4RI, como lo señala Fernandez- Villaverde[4]: pequeñas diferencias en la calidad de los trabajadore llevan a:

i) grandes diferencias en el nivel de producción,

ii) grandes diferencias en sueldos medios y mayor desigualdad salarial,

iii) grandes diferencias en el tamaño y productividad de las empresas y;

iv) grandes diferencias en la complejidad de los bienes producidos y en el valor añadido de los mismos.

Pero ¿por qué surgen estas diferencias en la calidad de los trabajadores? Kremer[5] intenta explicar esto a partir del hecho que endogenizar la acumulación de capital humano (o el esfuerzo aplicado a completar tareas) es difícil, por ello al emparejar a los trabajadores con las empresas uno se puede encontrar en situaciones en las que nadie se esfuerza en completar su tarea correctamente (o en acumular capital humano) y; de otro lado, aquellas situaciones en las que muchos trabajadores se esfuerzan por realizar las tareas de manera correcta.

Regresemos al inicio de éste articulo donde, justamente, presentabamos una "maravillosa" herramientas para disminuir el esfuerzo en el proceso de acumular capital humano, pero con resultados nefastos para el estudiante pues, si bien el estudiante que use las herramientas muestra competencias para resolover problemas en contextos informatizadoscompetencia clave en este tiempono queda claro que haya logrado acumular, producto de usar la herramienta, algo de capital humano.

Aprovechar la oportunidad que éste tiempo de coronavirus nos brinda pasa por que los centros de formación superior abandonen, por fin, las evaluaciones de conocimientos a través de exámenes y cuestionario que nuestros youtubers y tiktokeros saben como resolver sin mayor aprendizaje[6] y; los reemplacen por actividades que evidencien el desarrollo de competencias en los que el uso de medios como la tecnología forma parte también de la solución.


Referencias:

[1] Ver: https://www.weforum.org/agenda/2016/01/a-recap-of-davos-2016

[2] Ver: https://es.linkedin.com/pulse/la-cuarta-revoluci%C3%B3n-industrial-luis-ernesto-salinas

[3] Ver: https://blogs.iadb.org/trabajo/2014/11/10/te-quitara-un-robot-tu-proximo-trabajo/

[4] Ver: https://nadaesgratis.es/fernandez-villaverde/las-juntas-t%C3%B3ricas-de-espa%C3%B1a/comment-page-1

[5] Ver: Michael Kremer, The O-Ring Theory of Economic Development.

[6] Además, conviene recordar que, mayoritariamente, los jóvenes de este tiempo tipicamente cuentan con competencias digitales más evolucionadas que las de algunos docentes.

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